Muchas personas tienen opiniones diferentes (y bastante firmes) en torno a si se puede o no ser amigo de una expareja. Esta respuesta también varía en función de si los ex tienen hijos en común o no, por ejemplo.
Pero hace días una pana me mostró un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oakland, donde afirmaban que las personas que son amigas de sus exparejas podrían tener ciertos rasgos de psicopatía.
El estudio, que contó con casi 900 personas sometidas a un test de personalidad con varios tipos de interrogantes, concluyó que los participantes que revelaban ser “amigos de sus ex” marcaban alto en aspectos como la manipulación, la estrategia, el narcisismo o la psicopatía.
A estas personas se les pidió exponer 5 razones por las cuales mantenían una amistad con sus ex. La respuesta más común de la mujeres fue “que todavía sentían algo”, un vinculo emocional, hacia esas personas.
En cambio, en los hombres, el motivo principal era el pragmatismo y la supuesta posibilidad de que volviese a ocurrir algún encuentro intimo en el futuro.
¿Qué tiene que ver esto con el narcisismo o la psicopatía? La doctora en psicología, Perpetua Neo, explica que los psicópatas son como una suerte de cocodrilo que almacena carne debajo de una roca: “Cuando desean, la muerden. De igual forma tratan a las personas”.
Es el típico no te quedes pero no te vayas, mantente cerca. La gente que busca mantener vínculos “por si acaso”.
Entonces, realicé un ejercicio de memoria en cuanto a mis relaciones. Siempre terminamos con contacto cero. En la mayoría no volvimos a tratarnos. En otros, hay un trato cordial y hasta amistoso.
Sin embargo, es importante resaltar varias cosas. Primero, las razones de ese adiós. No es lo mismo terminar porque uno se mudó de país, por hastío, porque se apagó el amor, que hacerlo en medio de infidelidades, estafas, violencia, etc.
Esto lo explica muy bien la psicóloga, Lidia Alvarado, quien afirma que algunas relaciones son dañinas y, en esos casos, tratar de ser amigos sería un error: “Si la relación pasada estuvo marcada por el abuso emocional, físico o verbal, intentar mantener una amistad puede llevar a recaídas en estos patrones”.
Segundo, no volver a tratar a alguien no necesariamente implica que lo odias sino simplemente no quieres a esa persona en tu vida y punto. No es rencor ni estar mal pegado, es algo válido.
Tercero, ese “no odiar”, esa “cordialidad” o “amistad” requiere una fórmula que por clicherosa no deja de ser 100% funcional: tiempo. De hecho, a veces, con el paso de los meses o los años, algunos pueden descubrir que tienen una mejor compatibilidad como amigos que como pareja.
“Tras una separación, es fundamental atravesar un proceso de duelo y sanación emocional. Mantener una amistad cercana con tu ex puede dificultar el proceso de recuperación, impedir el avance emocional individual y cerrar la puerta a nuevas relaciones saludables”, dice Alvarado.
De hecho, ella enfatiza que la presencia de tu ex puede evocar recuerdos dolorosos y prolongar el tiempo necesario para superar la relación. En cambio, la distancia permite que ambos se concentren en sí mismos y reconstruyan sus vidas.
Cuarto y es justo el enfoque del estudio: ¿realmente por qué quieres ser amigo de tu ex?
Por: Jessica Dos Santos / Instagram: Jessidossantos13
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