El golpe de Estado de Maidán en 2014 en Kiev, organizado por Occidente, fue para instaurar violentamente en el poder a una minoría ultraderechista, ultranacionalista y rusofóbica, y consecuentemente surgieron gobiernos ultranacionalistas y filofascistas, cargados de odio contra la población civil ucraniana de cultura y origen étnico ruso que fue objeto durante ocho años de una constante agresión militar, en la cual se cometieron graves crímenes y como consecuencia surgieron hasta cementerios de niños de familias de cultura rusa.
Esos gobiernos ucranianos emplearon unos largos ocho años para envenenar la mente del pueblo ucraniano al peor estilo de los métodos nazis y emulando el nefasto legado del señor Goebbels.
A golpe de represión, terror, censura y la mentira repetida en todo su esplendor fueron moldeando las mentes de sus ciudadanos, en particular sembraron la rusofobia, haciéndoles creer que los rusos no eran sus hermanos étnicos, sino sus enemigos.
Así las cosas, cuando se inició la operación militar rusa, realizada para evitar la masacre final de los nazifascistas ucranianos contra la población rusoparlante del Donbás, llamó la atención la resistencia y moral de combate de los militares ucranianos.
Pero hoy el panorama es radicalmente diferente, salvo excepciones, la moral de combate de esos combatientes está quebrada, se producen deserciones masivas; la gran mayoría huye para no alistarse en las fuerzas armadas. ¿Qué ha pasado? Para responderlo, conviene leer un importante reportaje de las propias fuentes occidentales: “Pueden llevarte sin más: el testimonio de un soldado ucraniano que combate el avance de los rusos” (https://es.euronews.com/my-europe/2024/12/17/pueden-llevarte-sin- mas-el-testimonio-de-un-soldado-ucraniano-que-combate-el-avance-de-los).
En el reportaje se puede encontrar la denuncia de ese soldado que afirma que el “Ejército ucraniano ya no valora la vida humana”, los lanzan al combate sin la debida formación, les tratan como carne de cañón. Gradualmente los soldados ucranianos se sienten engañados y traicionados. Nunca lucharon por la patria, sino por los intereses de la claque corrupta de Kiev, de los oligarcas y ahora de las transnacionales gringas por las riquezas del Donbás.
