Martin Moryson (DWS): “Los riesgos en las Bolsas son altos, pero no diría que las cosas han ido demasiado lejos” | Mercados Financieros

Cinco Días

Suenan marchas militares mientras entra en la sala Martin Moryson, 60 años, responsable global de Economía en DWS. Madrid se prepara para la celebración del 12 de octubre y afuera, en el Paseo de Recoletos, se prueban los altavoces. Moryson, doctorado en Econometría y directivo de la mayor gestora de fondos de Alemania —ligada al Deutsche Bank—, aterrizó la semana pasada en la capital española desde Fráncfort para reunirse con clientes, hablar con medios y verse fugazmente con compañeros de firma. Ajeno al belicismo musical, Moryson, montañero en sus ratos libres —este verano pasó por los Alpes austriacos y el lado español de los Pirineos— llega en son de paz, reconociendo con humildad uno de los pecados originales de su país. “Los alemanes siempre están muy preocupados por la deuda. En alemán, deuda es la misma palabra que culpa. Así que si estás endeudado, eres culpable”. Alaba aun así a la economía española. “Nuestro pronóstico sigue siendo muy positivo para este año”, señala.

Pregunta. Viene de Fráncfort, la casa del BCE, así que empecemos por ahí. ¿Cómo ve su respuesta a la crisis inflacionista?

Respuesta. Creo que al principio, cuando explotó la inflación por la subida sin precedentes de la energía, les resultó difícil saber cómo reaccionar. Es mucho más sencillo actuar frente a un shock de demanda que ante uno de oferta, porque por un lado se reduce la producción, lo que presiona para bajar los tipos, pero al mismo tiempo aumenta la inflación, lo que anima a subirlos. Siempre es difícil juzgar qué factor es más importante, aunque en este caso, obviamente, la respuesta correcta era subirlos. Y no los aumentaron tanto para no perjudicar demasiado a la economía. Así que diría que hicieron un buen trabajo.

P. ¿Se viene un largo parón en el precio del dinero en la zona euro?

R. Oficialmente todavía tenemos un recorte más en nuestro pronóstico, pero no es una predicción muy contundente. Estamos actualizando nuestras previsiones y probablemente, una vez renovadas, ya no contemplaremos más rebajas. Tenemos expertos en materias primas en Chicago, analistas de tipos en Nueva York, Fráncfort, Londres, Japón… y solemos recopilar toda la información disponible antes de tomar decisiones, lo que significa que no lo hacemos a diario, sino trimestralmente.

P. La calma en Europa contrasta con la tensión continua en EE UU, ahora con el cierre de la Administración. ¿Lo ve relevante?

R. Sin duda. Trump podría usarlo para completar la tarea que no terminó DOGE [el departamento liderado por Elon Musk que tenía como tarea recortar gastos], reduciendo la fuerza laboral, en particular la federal, y especialmente en estados gobernados por los demócratas. Eso podría ser muy perjudicial si se reduce aún más el personal en la Oficina de Estadísticas Laborales, por ejemplo. Las estadísticas son cada vez menos fiables. Por lo pronto, las nóminas no agrícolas han retrasado su publicación. En fin, todo esto puede perjudicar bastante a la economía estadounidense. Los cálculos dicen que cada semana de cierre supone hasta un 0,4% menos de crecimiento del PIB [otras estimaciones hablan del 0,15%].

P. Los mercados no le están haciendo mucho caso a Trump y siguen subiendo con el empuje de las grandes tecnológicas. ¿Ve riesgo de burbuja?

R. Es cierto que hay una concentración muy alta. ¿Es una burbuja? Diría que es un bum. Una burbuja se da cuando las valoraciones suben pero las empresas no cumplen. De cara al futuro próximo, las ganancias por acción aumentarán un 10% o un 11%. No está mal, diría yo. Los riesgos son altos en los mercados de valores, sí, pero no como para decir que es obvio que las cosas han ido demasiado lejos.

P. ¿Esperan una recesión en EE UU?

R. Nuestro escenario base es un crecimiento decente para el próximo año. Contemplamos un riesgo elevado de recesión de alrededor del 30% por la incertidumbre comercial y general, pero eso quiere decir que las probabilidades de que no la haya son altas, del 70%.

P. ¿Es Europa una alternativa más fiable para los inversores en estos momentos?

R. No creemos que Europa vaya a ser como el ave fénix que resurge de sus cenizas. Por ejemplo, para Alemania esperamos el año que viene un crecimiento del 1,2%. No lo llamaría auge, sino más bien una especie de normalización, con un mejor desempeño que en el pasado reciente, mientras que EE UU tendrá un comportamiento ligeramente peor, lo que reducirá la brecha de crecimiento entre EE UU y Europa.

P. Sí parece que persiste una brecha en innovación. Las protagonistas en la IA son estadounidenses.

R. El desempeño de los siete magníficos está siendo magnífico, lo que está elevando la ponderación de la IA y la tecnología en las carteras. Pero a largo plazo, probablemente no será solo el productor de la innovación el que se enriquezca, sino también sus usuarios. La gran mayoría de las empresas se beneficiarán de esta innovación, también las europeas, que la utilizan cada vez más. Cada vez hay más casos de uso. Probablemente no sean tan espectaculares como los que se leen a diario en los periódicos, pero mejoran la marcha de las empresas, y eso también debería ser un impulso para la renta variable europea.

P. ¿La estabilidad política es un plus?

R. Algunos inversores piensan que la política en EE UU se ha vuelto tan impredecible que prefieren un continente que aunque se mueva despacio, se apegue a las normas. Por lo tanto, estamos viendo entradas de capital en ETFs de la zona euro comparativamente mayores que en el pasado por parte de particulares. A eso hay que sumar que creemos que la debilidad del dólar continuará, lo que penaliza tener todo el dinero en EE UU. Para los europeos es buena idea diversificar sus carteras más allá de Estados Unidos. Y lo mismo aplica para el resto del mundo.

P. El plan alemán de gasto en defensa e infraestructuras ha generado muchas expectativas.

R. En Alemania ha provocado algunas preguntas. ¿Llegará de verdad el dinero? ¿Se destinará todo a inversiones? ¿Se gastará íntegramente en Alemania o una parte irá a comprar armas en EE UU? En Alemania las cosas quizá necesiten de un poco más de tiempo que en otros lugares para llevarse a cabo, pero el dinero llegará. Al principio hubo euforia, luego algo parecido a la decepción al ver que no pasaba nada de inmediato, pero acabará sucediendo, y las últimas investigaciones del Kiel Institute muestran que la gran mayoría del dinero se gastará en Alemania. También hay dudas sobre el multiplicador, si está por debajo de uno o por encima lo que genera cada euro gastado.

P. Dentro de Europa, la economía española ha llamado la atención por su buena marcha. ¿Cómo lo ve?

R. Nos gusta y nuestro pronóstico de crecimiento sigue siendo muy positivo para este año, del 2,6%. También para los próximos años. Excluyendo Irlanda, que es un caso bastante especial, España es la economía con mejor rendimiento de Europa. Y esto se debe principalmente al sector servicios. La construcción también va muy bien por la llegada de inmigrantes que están aliviando los desafíos demográficos. Mi convicción personal es que la industria turística española se beneficia del cambio climático, porque los viajeros ahora se reparten más a lo largo de las estaciones, no solo como antes en verano, cuando hace demasiado calor, sino durante todo el año.

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