
Apóstatas de lo digital: el difícil deseo de dejar un rato el móvil | Estilo de vida
Vayamos a casos reales: la amiga que, tras borrarse todas las aplicaciones, hace un scroll en las imágenes de su propia galería a falta de una dosis de exposición ajena; el opositor que cambia su smartphone por un cacharro analógico y se sorprende trasteando con el teclado por la sección de ajustes; o el colega…