El candidato a favor de la reunificación vence con rotundidad en las elecciones del norte de Chipre frente al favorito de Turquía | Internacional

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Los turcochipriotas eligieron este domingo al político centroizquierdista y hasta ahora líder de la oposición, Tufan Erhürman, como nuevo presidente de la República Turca del Norte de Chipre (RTNC), la entidad solo reconocida internacionalmente por Turquía pero que controla el tercio septentrional de la isla. Es una buena noticia para los partidarios de la reunificación de Chipre, que lleva dividida desde la guerra de 1974 y forma parte de la Unión Europea desde 2004, ya que Erhürman apoya una solución federal al conflicto chipriota frente al presidente saliente, Ersin Tatar, el candidato preferido por Ankara y que defiende una solución “de dos Estados” que llevaría a la partición definitiva de la isla.

La victoria, además, ha sido inapelable: Erhürman recibió el 63% de los votos frente al 35% de Tatar, convirtiéndose en presidente sin necesidad de una segunda vuelta. “El pueblo turcochipriota ha demostrado que no estamos divididos. La hermandad ha triunfado. Como presidente, seré el guardián de la igualdad y la libertad”, prometió en sus primeras declaraciones tras conocerse su victoria. Al otro lado de la llamada Línea Verde, la línea de separación patrullada por cascos azules de la ONU, Stefanos Stefanou, líder del izquierdista AKEL (principal partido de oposición en el Parlamento chipriota), saludó efusivamente los resultados: “La comunidad turcochipriota ha decidido a favor de una solución federal y de la reunificación. Es una mensaje positivo y esperanzador. Ahora debemos centrarnos en retomar las negociaciones donde las dejamos”.

Pese al no reconocimiento de la RTNC, su presidente sí que es considerado internacionalmente el representante legal de la comunidad turcochipriota, por lo que es quien lleva los contactos con la parte grecochipriota y con los mediadores de Naciones Unidas, de ahí su importancia de cara a resucitar unas nuevas negociaciones de reunificación tras el fracaso de anteriores rondas.

Los resultados son un varapalo para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo Gobierno se ha implicado profundamente del lado del presidente saliente. Es más, en las anteriores elecciones, en 2020, se acusó a Ankara de interferencias y de favorecer la victoria de Tatar, que se impuso por un ajustado margen en segunda vuelta frente al hasta entonces presidente, el político izquierdista y partidario de la reunificación Mustafa Akinci.

La falta de solución a la división y el aislamiento internacional que sufren los turcochipriotas —pese a las promesas hechas por Bruselas en la década de los 2000 de que facilitaría su conectividad y el comercio—, han hecho a la RTNC cada vez más dependiente económicamente de su protector internacional, Turquía. Sin embargo, la sociedad y la política turcochipriotas han llevado un camino diametralmente opuesto al de Turquía y, en las últimas dos décadas y media, ha habido un proceso de aperturismo y democratización. Esto ha llevado a que las relaciones entre los gobiernos de la RTNC y Turquía hayan llegado a ser bastante tormentosas, sobre todo cuando en Nicosia Norte (el sector turco de la dividida capital chipriota) gobernaba el centroizquierda.

Precisamente una de las razones de la derrota del actual presidente tiene que ver con que haya aceptado la agenda del Gobierno islamista turco en una sociedad mucho más laica que la anatolia. De hecho, el pasado abril hubo manifestaciones multitudinarias en el norte de Chipre en protesta porque el Gobierno turcochipriota —tras presiones de Ankara— cambió las normas para permitir que las alumnas menores de edad asistan a los colegios con el velo islámico.

Para calmar los ánimos en Ankara, Erhürman ha prometido que tomará todas las decisiones “de política exterior en consulta con la República de Turquía”, pero las relaciones no serán fáciles. Erdogan ha cambiado su postura respecto a la solución del conflicto chipriota. Si hace dos décadas apoyaba la reunificación, tras sucesivos fracasos en las negociaciones, ahora es partidario de la partición.

Una muestra de que los resultados no han sentado bien en Turquía ha llegado de Devlet Bahçeli, líder de la extrema derecha nacionalista y aliado de Erdogan. El político ultraderechista ha denunciado que la participación en los comicios turcochipriotas ha sido muy baja, por lo que ha pedido actuar al Gobierno y al Parlamento turcochipriota, que tienen mayoría conservadora ya que la RTNC se rige por un sistema semipresidencialista. “El Parlamento de la RTNC debe ser convocado de urgencia y anunciar que no se aceptarán los resultados de las elecciones ni el retorno al federalismo. Y debe votar a favor de la anexión [del norte de Chipre] a Turquía”, afirmó Bahçeli.

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