El legado del fundador de Mango, Isak Andic, enfrenta a su pareja con sus tres hijos | Economía

EL PAÍS

El reparto del legado del fundador de Mango, Isak Andic, tras su repentino fallecimiento el 14 de diciembre de 2024, ha provocado una discusión económica entre su pareja, Estefanía Knuth, y los tres hijos del empresario, según han confirmado diversas fuentes a EL PAÍS. El enfrentamiento se prolonga hasta hoy y todavía no se ha resuelto. La herencia de Andic se repartió de forma equitativa, según lo previsto y sin conflictos, entre los tres hijos (Jonathan, Judith y Sarah), que esta misma semana han culminado los trámites para aceptarla. El legado, otra parte de su inmensa fortuna —la quinta de España, según Forbes— lo repartió Andic, en virtud del testamento, entre diversas personas. Una de las beneficiarias fue Knuth, quien se mostró en desacuerdo con la cuantía fijada por el hombre con el que había tenido una relación sentimental los últimos seis años.

La familia del empresario y Knuth han mantenido, desde entonces, negociaciones para resolver el conflicto de forma amistosa y para satisfacción de todas las partes. La mujer, que administra diversas sociedades, consideró que la cantidad fijada por Andic en el legado (prestado ante notario en julio de 2023) no colmaba sus expectativas económicas y consideró que debía percibir 70 millones de euros, una cifra muy superior a la establecida, según han explicado diversas fuentes a este diario. Los hijos se mostraron abiertos a ser más generosos, pero nunca llegaron a esa cifra, de modo que las negociaciones quedaron en punto muerto y sin acuerdo. Y así siguen. Con la herencia ya aceptada ante notario por los hijos, a Knuth le quedan ahora tres vías: aceptar la cifra propuesta por los hijos, seguir explorando la negociación o acudir a la vía civil.

Este diario ha contactado con el despacho de abogados de la mujer, que hasta la fecha no ha atendido la petición de información. Este diario también ha contactado con una persona de la máxima confianza de Knuth, que ha preferido no hacer declaraciones.

Andic firmó su testamento en julio de 2023 ante notario. Allí proclamó herederos a sus tres hijos y estableció también que una parte de su fortuna, el legado, fuera a parar a determinadas personas. Tal como ordena la ley, los herederos ejecutaron el legado para “hacer cumplir la voluntad del testador”, explican fuentes al tanto de esos trámites.

Las tensiones por la herencia de Andic han discurrido en paralelo a la causa penal abierta a raíz de su muerte, acontecida durante una excursión familiar a la montaña de Montserrat. El empresario caminaba junto a su hijo Jonathan por un sendero cuando se precipitó desde más de 100 metros de altura y falleció. La hipótesis inicial de los Mossos es que se trató de un accidente. Esa idea no está descartada, pero los indicios acumulados a lo largo de diez meses de investigación han llevado a los agentes a contemplar, también, la posibilidad de que se trate de un homicidio.

El teléfono de Jonathan

Jonathan Andic está siendo investigado por los Mossos por un delito de homicidio en la causa, que lidera el juzgado de instrucción número 5 de Martorell (Barcelona) y que permanece bajo secreto de sumario. Hace unos días, los agentes de los Mossos le pidieron el teléfono para examinarlo y, unos días después, se le comunicó de forma indirecta que estaba investigado. El hijo accedió a entregarlo al momento, en línea con la colaboración demostrada hasta ahora por la familia a lo largo del procedimiento. Es la última diligencia que prevén realizar los Mossos antes de presentar su informe definitivo a la jueza para que ésta decida si ve indicios suficientes de un delito de homicidio o bien archiva la causa al considerar que se trató de una muerte accidental.

Una de las primeras pistas que llevó a la policía a seguir indagando el suceso fue la declaración, como testigo, de Estefanía Knuth. Según fuentes de la investigación, la mujer explicó a la policía que padre e hijo habían tenido épocas de mala relación. Detalló, en particular, un episodio ocurrido en 2015. Tras dejar la compañía en manos de diversos directivos, entre los que estaba su hijo, Isak Andic reprochó a Jonathan que no estaba contento con el rumbo seguido por la compañía, que en los años siguientes entró en una situación difícil, con pérdidas millonarias. La declaración de Knuth, según fuentes al corriente de su contenido, no incidió en ningún enfrentamiento reciente ni apuntó en ningún caso a la hipótesis del homicidio.

Fuentes cercanas a la familia reiteran su voluntad de “seguir colaborando” con la investigación judicial y expresan su convicción de que Jonathan es inocente y de que la causa será archivada.

Un reparto equitativo

Andic era el hombre más rico de Cataluña y dejó en el testamento un reparto equitativo, entre sus tres hijos, de Punta Na, el holding bajo el que aglutinó todas sus inversiones empresariales, tanto la propiedad del 95% de Mango como sus propiedades inmobiliarias, valorada en cerca de 1.200 millones. En enero, siguiendo la voluntad de su padre, tomaron posesión equitativa en los cargos de la patrimonial, de modo que los tres deben ponerse de acuerdo en cualquier decisión relativa al patrimonio familiar. Mango estaba en un momento dulce cuando perdió a su fundador: en 2024, entregó casi 123 millones de euros en dividendos, la mayor cifra de sus 40 años de historia.

El proceso culminó con la separación de propiedad y gestión al nombrarse al consejero delegado, Toni Ruiz, presidente de la compañía. En junio, Jonathan Andic dejó sus responsabilidades ejecutivas en Mango para concentrarse, según se explicó, en la gestión de las empresas patrimoniales. El primogénito dejó la dirección de la línea masculina, Mango Man, después de 17 años.

Ver fuente