El propósito fundamental de esta eventual reunión, que nos parece pertinente, es que los rectores de las casas de estudio transmitan al Presidente las visiones de diferentes campos del quehacer educativo en las regiones donde ellos tienen su asiento. La voz la llevaría el rector de cada una de ellas, quien dispondría de un tiempo limitado en el cual expondría los elementos más resaltantes de la labor universitaria, ya que dispone de facultades y equipos de investigación.
Resulta elemental que este encuentro devenga en una magnífica oportunidad para que el Presidente y su equipo ministerial conozcan la diversidad de asuntos, resultados y perspectivas de los temas y problemas abordados por los rectores en cada uno de sus campos y niveles.
Podría, a su vez, el Presidente formular preguntas, solicitar aclaratorias y exigir previsiones de los expuestos por cada rector en su respectiva disertación. Incluso, a través del ministro respectivo, podría ampliar su visión ejecutiva y contrataría con apreciación determinada el vocero universitario interviniente.
Este encuentro Presidente – universidades que proponemos, sin precedentes, creo, en nuestra historia republicana, sería, sin lugar a dudas, una oportunidad de intercambio de nuestro jefe de Estado y su equipo con las máximas autoridades universitarias del país. Puede ser, incluso, la apertura de un diálogo inicial muy oportuno para establecer espacios de confluencia, de visiones y de perspectivas, salvo la variedad de asuntos que atiendan los respectivos espacios ejecutivos.
La relación Presidente de la República y las universidades es distante, no directa, a posterior de los hechos y situaciones del quehacer administrativo en los que ambos factores son intervinientes, en diferentes roles, sin la oportunidad de intercambio y visiones que pueden resultar muy útiles a los intereses nacionales y regionales.
Esperemos que esta propuesta pueda tomar cuerpo y especificarse en la perspectiva necesaria de alcances y resultados. El Presidente y los sectores universitarios tienen la palabra y, ojalá, justifiquen este encuentro inédito de estos factores institucionales patrios motivados por el mayor interés nacional.