El vapor Angelita – Últimas Noticias

El vapor Angelita - Últimas Noticias

Nueva York, noviembre de 1924. Los adversarios del régimen de Juan Vicente Gómez organizaban una expedición en su contra. A la cabeza de aquella empresa estaban los generales Leopoldo Baptista, amigo cercano de Gómez hasta 1913 que adverso a la reelección se exilió; Régulo Olivares, ausente de Venezuela por igual causa; el general Arístides Tellería; otro amigo de Gómez que también se distanció del gobierno, y los doctores Manuel María Urbaneja y Néstor Luis Pérez.

El 18 de noviembre salieron con bandera cubana para evitar detención a bordo del vapor Angelita y el 19 de diciembre, un mes después, anclaron en La Habana no sin antes haber pasado por New Port News y Cayo Hueso, ambos puertos estadounidenses. En esta última ubicación mandaron un comisionado a México en busca de armas. Asimismo, procuraron hacerse en Cayo Hueso del armamento de los revolucionarios cubanos que ese año planearon sin éxito una rebelión en su patria.

Sin los pertrechos para continuar los líderes de la asonada regresaron a su cómodo refugio en Nueva York. El embajador de Venezuela en Cuba, Rafael Ángel Arráiz Falcón, informaba a Gómez en nota del 31 de diciembre: “Solo quedan como tripulantes quince muchachos venezolanos y tres americanos: los otros se quedaron en Cayo Hueso” y concluía más adelante: “La expedición organizada fue un hecho. A mi juicio desistieron de ella al ver que se habían tomado todas las medidas para impedirla a la llegada a Cuba, o bien porque no hallaron el armamento, o bien porque se arrepintieron”.

Es necesario destacar que la mayoría de estas incursiones solían terminar antes de llegar al país porque el gobierno tenía una eficiente red de informantes, incluyendo el cuerpo diplomático, que daba pormenores de estas conspiraciones. La expedición del Falke, por ejemplo, que si tocó las costas de Cumaná en 1929 no era una sorpresa para el gobierno, aunque su fracaso se debió a otros factores.

La expedición de la Angelita, en cambio, fue otra de las tantas contra el régimen que tuvo por destino la inacción. La nota de Arráiz fue contestada por Gómez al margen: “Los enemigos han quedado sin cabeza y no harán más nada”. Así acabó otra intentona de la Sociedad Patriótica de Venezuela, fundada en Nueva York por desplazados caudillos para derrocar a un Gómez que prescindió de ellos.

Ver fuente