Autoridades gubernamentales y religiosas, junto a cientos de feligreses yaracuyanos recibieron este sábado al Monseñor Rubén Gregorio Delgado Carmona, quien fue ordenado como el IV Obispo de la Diócesis de San Felipe, en un acto efectuado en la Catedral de San Felipe que estuvo marcado por la unión, fraternidad y esperanza de todos los presentes.
El acto litúrgico y jurídico contó con la presencia del Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Venezuela, Mons. Alberto Ortega Martín, del clero yaracuyano y representantes eclesiásticos de otros estados.
También participó como oficiante y ordenante de la ceremonia, el Obispo de Trujillo, Monseñor Trino Fernández, quien manifestó su gratitud por este nuevo nombramiento realizado por el Papa Francisco, con la esperanza que sea una bendición para Yaracuy y toda su feligresía.
“Tenemos la certeza que Monseñor Delgado estará guiado por Dios para conducir a su pueblo de fe por el camino del espíritu Santo, del amor la justicia y la paz, confiados en una iglesia que permita el reencuentro con Jesucristo”, apuntó Monseñor Fernández.
Unión, paz y fraternidad
Entre tanto, el recién ordenado Obispo Delgado Carmona ofreció sus primeras palabras a su feligresía y refirió ser enviado por Jesús para representar a la Iglesia, santificar, enseñar y guiar la caridad del pueblo santo de Dios.
“Lleno de alegría asumo los desafíos con el lema de la paz, de ser el pastor de una iglesia de esperanza abierta para todos, que promueva la cultura de inclusión, de auténtica comunión, que no defrauda y siempre vincule a su pueblo con Dios.
Por su parte, el viceministro de Instituciones Religiosas y Cultos del Ministerio del Interior, Justicia y Paz, Edgar Arteaga, en nombre del presidente Nicolás Maduro, destacó la fraternidad que existe entre las autoridades y la feligresía, augurando que junto al nuevo Obispo de San Felipe siempre reinará la cordialidad, el reencuentro familiar y ciudadano, necesarios para conducir el país los próximos años.
Los feligreses asistentes también hicieron votos por la paz en el país, unidos en torno al amor a Dios y a favor de la armonía y conciliación nacional.
En ese sentido, María Gutiérrez, residente del sector Cantarrana de San Felipe, manifestó sentirse muy feliz de que se haya designado a un nuevo obispo para Yaracuy, por cuanto considera que su llegada reforzará el amor y armonía al estado.
“El pueblo está feliz con la designación de nuestro nuevo obispo, quien seguro estoy se convertirá en nuestro apoyo para avanzar con fe en la construcción del Yaracuy y del país que todos queremos”, subrayó la fiel creyente
Asimismo, Eduardo Peroza, habitante del barrio Zumuco de San Felipe, opinó que bajo la dirección del recién ordenado obispo Rubén Gregorio Delgado Carmona la Iglesia yaracuyana se crecerá y consolidará la unidad del pueblo en torno a la fe y al amor que todos deben tenerse.
