Gran pesar por la partida del director de orquesta Rodolfo Saglimbeni

Gran pesar por la partida del director de orquesta Rodolfo Saglimbeni

Gran pesar reina en el mundo de la música venezolana y en todo el ámbito cultural, por la partida física del maestro Rodolfo Saglimbeni Muñoz, referente de la dirección orquestal, quien falleció el miércoles 4 de junio en la ciudad de Caracas.

La prematura partida de Saglimbeni (nacido el 8 de diciembre de 1962 en Barquisimeto, estado Lara), con apenas 62 años de edad, deja una herida no solo en el país sino en el resto de América Latina por su aporte continental a la música sinfónica, siendo director artístico de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas (OSMC) y titular de la Sinfónica Nacional de Chile hasta su último aliento, además de que bajo su batuta actuaron algunas de las más importantes formaciones orquestales de Europa y América, desde la Royal Academy of Music de Londres hasta el Teatro Colón de Buenos Aires.

Al despedirlo a través de su cuenta de Instagram, la OSMC señaló que “El maestro Saglimbeni no fue solo un director de orquesta de talla internacional; fue un mentor, un guía y una fuente inagotable de inspiración. A través de su dirección magistral, pero sobre todo, a través de su generosidad y dedicación, enriqueció nuestra comunidad musical y cultural. Cada enseñanza que nos brindó, cada gesto de apoyo, cada momento compartido, son tesoros invaluables que guardaremos con profunda gratitud.”

Agregan seguidamente: «Estamos eternamente agradecidos por su visión, por su sabiduría y por la huella imborrable que dejó en cada uno de nosotros. Su espíritu vivirá en cada nota, en cada ensayo, en cada concierto, y en la vocación que sembró en tantas generaciones».

Para Antonio Iachini, Coordinador Territorial del Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE) para las Américas, se trata de una pérdida que abarca a Italia, pues de esa nación europea son las raíces del músico. “Hijo de inmigrantes italianos que llegaron a Venezuela en busca de oportunidades, el maestro Saglimbeni encarnó el fruto del esfuerzo, la disciplina y el amor por la música. Su brillante trayectoria lo llevó a ser reconocido no solo en su tierra natal, sino también en Italia, donde en 2014 fue condecorado como Cavaliere dell’Ordine della Stella d’Italia, un honor que reflejaba su invaluable aporte a la cultura y su profundo vínculo con las raíces de sus padres” escribió en sus redes sociales.

Una de sus últimas presentaciones públicas tuvo lugar el 21 de diciembre pasado, cuando el maestro encabezó el histórico concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile para interpretar la Sinfonía N°9 de Beethoven, en un encuentro llamado “Oda a la Fraternidad” que se erigió como el concierto sinfónico más grande de Chile, transmitido para todo el país por el canal público de ese país en vivo desde el Estadio Nacional.

Con estudios en Venezuela y Londres, fue primer finalista en el Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Besancon (Francia, 1985). Galardonado en 1989 como Mejor Director del Año, en 1999 obtiene también el Premio Nacional del Artista y fue nombrado director musical de la Fundación Teatro Teresa Carreño de Caracas. Invitado regular de orquestas en Europa, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, en 2003 asumió como Director Artístico de la Sinfónica Municipal de Caracas.

Galardonado con la Orden Waraira Repano del municipio Libertador y la Orden José Félix Ribas en su primera clase, además del título ARAM por la Real Academia de Música de Londres. En 2014 fue nombrado “Caballero de la Orden de la Estrella de Italia –Cavaliere – Ordine della Stella d´Italia”, reconocimiento del estado italiano por los logros en las ciencias, letras y artes.

La Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, manifestó: “Su presencia marcó una etapa de excelencia, compromiso artístico y calidez humana que permanecerá en la memoria de todos quienes tuvimos el privilegio de conocerle. Querido y admirado por todos y todas, dio ejemplo de lo que significa entregarse con pasión y generosidad a una labor trascendente.  La Universidad de Chile y el público que fielmente asistió a sus conciertos -recibiendo no solo su música, sino también sus enseñanzas- le recordaremos siempre con gratitud y afecto entrañables”.

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