Nunca es tarde para hacer historia: Mommy, la tortuga mamá primeriza los 97 años

Nunca es tarde para hacer historia: Mommy, la tortuga mamá primeriza los 97 años

En tiempos donde las buenas noticias escasean y la extinción está a la orden del día, desde el Zoológico de Filadelfia llega una historia que derrite corazones. Mommy, una tortuga gigante de Galápagos, se convirtió en madre primeriza a los 97 años.

Esta tortuga, que vive en el zoológico desde 1932, no solo es la habitante más longeva del lugar, sino también la madre primeriza de mayor edad registrada en su especie. Junto a su compañero Abrazzo, de 96 años, logró algo que parecía imposible: el nacimiento de cuatro crías sanas y fuertes. Un verdadero hito para su especie, que está en peligro de extinción.

Hoy en día, se estima que quedan solo unas 3.400 tortugas de esta subespecie en estado salvaje, y apenas 44 bajo cuidado humano en todo Estados Unidos. Por eso, cada nacimiento es una noticia que vale oro, y este en particular representa una nueva esperanza para el futuro de la especie.

El equipo del zoológico cuidó cada paso del proceso. Mommy puso 16 huevos en noviembre de 2024, y los especialistas los incubaron artificialmente, ajustando la temperatura para influir en el sexo de las crías, una técnica utilizada en reptiles. Hasta ahora, nacieron cuatro hembras activas y saludables, y aún hay 12 huevos por eclosionar.

Las cuatro crías nacidas hasta ahora Foto: Zoo de Filadelfia

Durante sus primeros meses, las pequeñas estarán en un entorno controlado, lejos del público, para crecer fuertes y seguras. Pero ya tienen fecha para su primera aparición oficial: el 23 de abril, justo cuando se cumplen 93 años desde que Mommy llegó al zoológico.

Esta historia es muy especial emotiva, sobre todo para los amantes de esta especie tan fascinante y una muestra del impacto que puede tener la ciencia, la dedicación y el compromiso con la vida silvestre.

Durante siglos, las tortugas gigantes de Galápagos fueron cazadas por marineros y piratas, lo que las llevó al borde de la extinción. Hoy, gracias a iniciativas como la del Zoológico de Filadelfia, todavía hay razones para creer en un futuro más justo para estas especies longevas.

Y quién sabe… tal vez un día estas nuevas tortugas recorran las laderas volcánicas de Galápagos, como lo hicieron sus antepasados.



Ver fuente