En un significativo gesto de comunión eclesial, el Papa León XIV recibió en audiencia privada a Monseñor Tulio Ramírez Padilla, Obispo de la Diócesis de Guarenas.
El encuentro, realizado en la sede apostólica, tuvo como objetivo fortalecer los lazos entre la iglesia local venezolana y el sumo pontífice y establecer líneas de acción cruciales para la misión evangelizadora en la diócesis.
Gratitud de Guarenas
Una nota de prensa de la Diócesis de Guarenas reseñó que al inicio de la reunión, el monseñor Ramírez Padilla transmitió «los saludos y la inmensa gratitud» del Pueblo de Dios que peregrina en la localidad mirandina, expresando el afecto filial hacia el santo padre.


El obispo presentó un informe exhaustivo sobre el estado de su diócesis, destacando la vitalidad de los movimientos apostólicos y el desempeño del clero, siempre en sintonía con el magisterio de la Iglesia. Hizo especial énfasis en la pastoral juvenil, familiar y vocacional.
Un punto central en la conversación fue la necesidad de nuevos siervos, por lo que el monseñor Ramírez subrayó «la gran necesidad de sacerdotes diocesanos misioneros que se entreguen apasionadamente al servicio de Cristo y su Iglesia”, un llamado que responde a las necesidades territoriales de Guarenas.
Ramírez compartió sus «anhelos y sueños» para esta porción del pueblo de Dios, recibiendo el respaldo y valiosos consejos del Papa.
La virgen de Copacabana viaja al Vaticano
Uno de los momentos más emotivos y simbólicos fue la entrega de una réplica del cuadro de la Virgen de Copacabana, Patrona de Guarenas, al santo padre. El obsequio se enmarca en la preparación del Jubileo Mariano Diocesano, que inicia en 2025 para conmemorar los 400 años de devoción ininterrumpida a la madre de Dios en la ciudad.
El obispo informó que réplicas idénticas de esta imagen se custodiarán en la Curia Diocesana y en todas las parroquias.
Adicionalmente, monseñor Ramírez planteó una solicitud formal al Papa: la «Coronación Canónica» para la imagen de la Virgen, un reconocimiento pontificio que constituiría una ofrenda histórica a esta advocación que ha acompañado al pueblo durante cuatro siglos.
La audiencia concluyó con la entrega de otros dones y una bendición especial solicitada por el obispo para toda su diócesis, con la promesa de implementar los consejos papales en la práctica pastoral local.