Aunque se vista de seda, monstruo se queda. Los capitalistas y representantes del imperio norteamericano no tienen que vestir de frac y sombrero de pumpá; tampoco son esos coloraos larguiruchos, simpatiquísimos con camisas de palmeras y sombreros de sol que llevan una cámara colgada del pescuezo, como cantaba Piero sobre la elegancia de los americanos. Por lo general son unos musiú, unos gringos que vienen de esos estados de la unión donde viven los white trash.
Blackrock compró un pueblo con todo y alcaldía en Sevilla. De allí que la metáfora del gringo extractivista del pueblo es una manera de ver las grandes transnacionales financieras en la novela Pluma negra de Luis Lira Ochoa. No narra como una novelística pasada, no hay ninguna lucha entre civilización y barbarie. Hay una ruralidad que puedes encontrar en un barrio citadino. No hay ningún recurso estilístico que exponga a una gente inculta frente a otra letrada. Y, sin embargo, nuestras representaciones y unos guiños del autor evocan toda una novelística latinoamericana.
Es arrecho, porque Pluma negra es un nombre femenino para representar la muerte violenta y uno de los máximos exponentes de la masculinidad hegemónica y el patriarcado. Fuerzas destructivas como el imperialismo, en cuyas demostraciones sufre todo el que esté alrededor. Los gallos. Los primeros que sufren la violencia, así sean hombres.
El microcosmos de un pueblo víctima de las intrigas imperialistas perpetradas como una corporación de machos que pervierte la naturalidad virtuosa de un juego con la intención de despojar a la gente de su miseria y, sobre todo, de sus esperanzas.
La masculinidad hegemónica es un artefacto, no creado por el capitalismo sino envilecido por éste. La gallera Pluma negra se convierte en una bolsa de valores donde se despluman las cosas y las almas en nombre de un fetiche. Las peleas de gallo son crueles y los galleros unos hombres crueles dirá Ella. ¿Por qué es Ella quien se pregunta por las indemnizaciones y quién tiene la mirada más diáfana acerca del gringo y sus tratos mafiosos?.
Pluma negra de Luis Lira Ochoa delata las estructuras elementales de un sistema de muerte en una comunidad de cualquier parte a donde llega un tentáculo del monstruo que va tejiendo una urdimbre entre unos personajes cuyas vidas se mueven alrededor de aquella gallera. Dentro de los círculos concéntricos del tiempo.
