Ninja Gaiden ha sido una de esas series que ha estado siempre presente en el mundo de los videojuegos, desde su primera aparición durante la época del NES, en donde su trilogía fue inmediatamente elevada entre los juegos con mayor reto del medio hasta su salto al 3D en donde nuevamente la franquicia rompió esquemas en cuanto a dificultad y reto para aquellos que aman los juegos de acción.
Sin embargo, en los últimos años, aunque siempre presente en la mente de los jugadores, la franquicia ha estado algo dormida con Koei Tecmo dedicando su tiempo y energía en franquicias como Dynasty Warriors o su propia versión del género roguelike, con Nioh. La empresa ha alcanzado el éxito con estas franquicias, pero los fans de Ninja Gaiden se quedaron esperando por algo que llenara el espacio dejado por Ryu Hayabusa y sus aventuras.
El regreso de Ninja Gaiden precede el regreso de género con PlatinumGames desarrollando Ninja Gaiden 4, que también saldrá este año, junto a otros títulos como Phantom Blade 0 y Lost Soul Aside que también apostarán por el género en vez de simplemente crear algo dentro de los parámetros de los Soulslike, que ha sido el género prevalente dentro de lo que son los juegos de acción en tercera persona, pero como abreboca llega Ninja Gaiden Ragebound, un homenaje a la franquicia en su versión más antigua que logra modernizarse lo suficiente para ofrecer una experiencia bastante sólida para fans veteranos y también para aquellos que jugarán Ninja Gaiden por primera vez.
Ragebound busca darle un camino más narrativo a la franquicia
Como es de costumbre para la saga, la narrativa no es precisamente lo más elaborado, ni tampoco, el enfoque del juego, pero aun así Ragebound trata de hilar una historia que sirve de excusa para visitar los 18 niveles del juego y desarrollar a sus personajes de la manera más efectiva posible en ese periodo de tiempo. El ritmo de la historia es tan vertiginoso como el ritmo de los niveles, por lo que en cada nivel siempre hay un nuevo elemento introducido que sigue empujando a nuestros héroes hacia la recta final.


Ryu Hayabusa es el protagonista indiscutible de la franquicia, pero entre Ragebound y el futuro Ninja Gaiden 4, los desarrolladores han optado por tratar de presentar nuevos personajes que puedan llevar la franquicia sobre sus hombros y en el caso de Ragebound se nos presenta a Kenji, aprendiz de Ryu y quien efectivamente toma el lugar de su maestro en la aventura y Kumori, una ninja asesina con su propia agenda. Ambos personajes terminan trabajando juntos por los hilos del destino, lo cual también significa que podremos usarlos en combate a nuestra voluntad.
El relato que ofrece Ragebound no es nada del otro mundo, pero hace su trabajo, mientras también deja relucir el gameplay, que es verdaderamente el enfoque de la aventura. Ragebound está desarrollado por The Game Kitchen, quienes se han labrado un nombre en la industria gracias a su franquicia, Blasphemous. Ambas entregas de Blasphemous han demostrado que el equipo tiene con que para efectuar un juego en pixel art que se vea espectacular y se juegue bien, dos de los pilares fundamentales de un Ninja Gaiden.


El trabajo de pixel art de The Game Kitchen cae como anillo al dedo a Ninja Gaiden: Ragebound
En cuanto al nivel de presentación visual, el estilo de pixel art de Game Kitchen se adapta plenamente al mundo de Ninja Gaiden, ofreciendo mucho más colorido que lo ofrecido en Blasphemous. Aunque existe una buena variedad de enemigos, la calidad de los diseños y el pixel art no alcanza el nivel de lo visto en Blasphemous, pero en cuanto a escenarios y nuestros protagonistas, The Game Kitchen se supera haciendo que nuestros héroes simplemente se vean genial al exterminar a las hordas de demonios.
La experiencia de The Game Kitchen con Blasphemous los ha preparado para crear un sistema de progresión en Ninja Gaiden que invita a la experimentación y que hace de cada personaje un ente diferente con el cual regresar a los niveles y pasarlos de manera distinta. Entre estos sistemas de progreso podemos encontrar el de medallas, cada una ofreciendo un pasivo diferente que cambia en gran manera como se juega el juego y de las cuales hay muchas, sin duda el mejor sistema del juego, pues permite al jugar modificar su experiencia a gusto.


La esencia de un reto por el cual es conocida la franquicia, se mantiene
Los niveles también están llenos de retos y secretos, los cuales invitan al jugador a volverlos a explorar constantemente y la corta duración de cada uno, hace que rejugarlos no se sienta como una gran carga, sino, más bien, como algo que es placentero de hacer. El juego parece diseñado para que aquellos que gustan de hacer speedrunners logren lucirse con partidas no hit u otras proezas más impresionantes. En general, el juego puede terminarse entre nueve a diez horas, pero después de esa primera partida existe muchísimo más que hacer.
El nivel de reto culmina con la inclusión de niveles secretos que pondrán a prueba todo lo aprendido en el juego y que seguramente serán los mayores retos del juego, sobre todo para aquellos que buscan el 100% de completación. Sin duda, The Game Kitchen demuestra con Ragebound que no son un caballo de un solo truco, sino que su talento puede cruzar géneros y brillar de igual manera, ya sea en juegos de acción como este o en metroidvanias como Blashphemous. Y aunque sin duda deseo un Blasphemous 3, también deseo ver a la empresa hacer algo nuevo y que empuje a sus desarrolladores a nuevos territorios.


Conclusión
Ninja Gaiden Ragebound termina siendo un juego sumamente sólido, con una excelente línea de dificultad y bastante rejugabilidad y a pesar de que narrativa no ofrece mucho de interés y el arte en algunos enemigos podría estar mejor, ninguna de estas carencias afectará la experiencia de una manera enorme, colocando a Ragebound entre lo mejor del año y una gran victoria para The Game Kitchen y Dotemu.
Esta reseña fue realizada en PC gracias al código cedido por Dotemu. Ninja Gaiden Ragebound llega el 31 de julio a PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC.