Nuevamente el Gobierno de Estados Unidos, con el apoyo de Argentina, intenta iniciar una campaña de descrédito y presión contra Venezuela con la publicación de un comunicado en conjunto lleno de mentiras y aspiraciones intervencionistas, utilizando como escenario la Organización de las Naciones Unidas, donde representantes de otros países se han dejado seducir por cantos de sirena, que más allá de debilitar nuestra democracia y Revolución, fortalece la unión del pueblo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro para enfrentar la nueva batalla, que sigue el mismo guion de años anteriores.
Es necesario recordar parte de la carta que el Comandante Hugo Chávez envió a la ONU en 2011: “La paz, la paz, la paz… No buscamos la paz de los cementerios, como decía Kant con ironía, sino una paz asentada en el más celoso respeto al derecho internacional. Lamentablemente, la ONU, a lo largo de toda su historia, en lugar de sumar y multiplicar esfuerzos por la paz entre las naciones, termina avalando — unas veces, por acción y, otras, por omisión— las más despiadadas injusticias”.
Esta misma posición la ha mantenido el presidente Maduro ante la ONU, reiterando que no permitirá injerencias en la democracia venezolana. La ONU sería un buen escenario para activar una investigación a la campaña Ya casi Venezuela, que busca recaudar fondos para atacar a nuestro país. También pudieran realizar un pronunciamiento sobre las sanciones que nos han impuesto y que han afectado los programas sociales, entre ellos, la salud. Reiteramos nuestra principal solicitud a la sociedad internacional respeten nuestra democracia, decisiones, nuestros procesos, respeten a Venezuela.