Satoransky y Punter logran que el Barcelona someta por fin al Valencia Basket | Baloncesto | Deportes

Fernando Miñana

El Barcelona necesitó dos partidos en cinco días para someter al Valencia Basket, que había causado sensación en este arranque de temporada con cinco triunfos y un título en tres competiciones. Los dos equipos se enzarzaron en una pelea hermosa, llena de alternativas y desbordante de puntos, ambos por encima de los cien (108-102). No midieron sus fuerzas y los dos sacaron lo mejor de su repertorio. Kevin Punter (27 puntos) fue decisivo en el desenlace del último cuarto, cuando la dirección de Tomas Satoransky había permitido al Barça, más necesitado, más angustiado, llegar por delante.

Joan Peñarroya tenía tan fresco lo que tenía que corregir ante el Valencia Basket que el inicio fue como si una demostración de lo que bien que habían aprendido la lección sus jugadores. Los azulgrana atacaban el aro con mucha agresividad, volvían a hacer un gran trabajo en el rebote ofensivo e impedían que su rival corriera. El equipo de Pedro Martínez, algo desconcertado, se miraba al espejo y no se reconocía (16-6).

Pero este Valencia Basket es un equipo capaz de hacer unos cambios de ritmo fulgurantes y en cuanto Pedro Martínez corrigió su quinteto y mejoró su defensa, logró ponerse a un punto justo antes de que sonara la bocina (26-25). Un golpe en la moral de un equipo que había hecho todo muy bien, pero que en unos segundos todo ese buen trabajo quedó casi inservible.

Brancou Badio cogió el volante en el segundo cuarto (13 puntos en ocho minutos) y con varias acciones individuales logró llevar a su equipo por delante en el marcador (41-42). Willy Hernangomez, poderoso en la pintura, Will Clyburn y, sobre todo, Punter, en otra noche mágica en la Euroliga, empezaron a aportar lo necesario para hacer frente a un equipo que está deslumbrando por el talento de gente como Omari Moore, Darius Thompson o Brancou Badio. Aunque fue la templanza en la dirección de Tomas Satoransky la que empezó a desnivelar el duelo antes de que Punter matara el partido.

Pedro Martínez administra muy bien a Darius Thompson, al que saca siempre desde el banquillo y que adquiere un rol paciente y demoledor al mismo tiempo. Balones bien movidos para ir encontrando las rendijas del Barça (50-54). Pero este segundo partido en cinco días se celebraba en el Palau y el cuadro de Peñarroya no pensaba sentarse a aplaudir a su rival. El Barcelona presionó las líneas de pase y propició varias perdidas que le permitieron recuperar el dominio. Más feliz con Satoranski al mando que con Marco, se lanzó a otra carrera con el Valencia a por los cien puntos.

Punter, un anotador compulsivo, alcanzó el éxtasis en los minutos finales. El chico del Bronx que hizo carrera en Europa empezó a sentirse infalible y en cada ataque reclamaba el balón para anotar cada vez desde una posición diferente. Una exhibición (27 puntos y siete asistencias) que permitió al Barcelona sumar un triunfo que le hacía mucha falta. El Valencia Basket sigue sin ganar nunca en esta cancha dentro de la Euroliga.

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