Tucupita: la puerta de entrada a la selva deltana

Tucupita: la puerta de entrada a la selva deltana

Tucupita deja de ser una ciudad de paso para convertirse en el punto de partida para una nueva ruta turística que conecta la historia de esta pequeña localidad con la naturaleza de sus caños. La iniciativa del touroperador Yakera Experiencias ofrece una atractiva y única forma de conocer Delta Amacuro, siendo Tucupita la puerta de entrada a una travesía que combina cultura, naturaleza y vivencias.

La propuesta nace de la emprendedora Liuzka Herrera, deltana con experiencia en el sector turístico, quien luego de migrar a Trinidad y Tobago en tiempos difíciles, aprendió inglés y fortaleció su vocación, y regresó a su tierra con un proyecto que busca reconectar a los visitantes con la esencia del Delta del Orinoco.

Durante años, los operadores turísticos gestionaron las visitas al Delta desde el estado Monagas, dejando a un lado el potencial de Tucupita como destino.  Pero esta tendencia comienza a cambiar. Yakera Experiencias propone una ruta doble que inicia en la ciudad y se extiende hacia los caños del norte deltano, integrando dos rutas en una: el turismo histórico y la otra del ecoturismo selvático.

La ciudad

El recorrido comienza en Tucupita, capital de Delta Amacuro, donde el visitante conoce sus sitios históricos para luego, en un paseo en lancha, entrar en contacto con la cultura deltana a través de su gente, sus relatos y su entorno.

Durante el primer día, se recorren los lugares emblemáticos de Tucupita. Se visita la Catedral Divina Pastora, una joya arquitectónica cuya construcción comenzó a mediados de la década de los 50, en la época de Marcos Pérez Jiménez, aunque fue inaugurada en 1982 por el entonces presidente Luis Herrera Campíns. Destaca su diseño con el uso de materiales modernos y sus dimensiones, en el casco central de Tucupita.

Luego el recorrido va por todo el casco histórico de la avenida Arismendi, vialidad que será remodelada y modernizada y que lo lleva a la Galería de Arte, donde podrá apreciar diversas obras en variados materiales. En el recorrido por esta primera avenida de Tucupita aún podrá apreciar algunas de las antiguas casas de tabla, aunque en su mayoría han sido remodeladas por sus dueños.

Llegará a la plaza Bolívar, en pleno centro de la ciudad, en la confluencia de las calles Petión, Dalla Costa y Bolívar. Es una plaza que data de 1930 y es un sitio de encuentro y esparcimiento de los deltanos.

Al final de la avenida Arismedi está el malecón Manamo, un tesoro turístico que encierra la esencia de lo que es Tucupita, con su brisa fresca en las tardes y las vistas del caño Manamo que son espectaculares y si es temporada de cangrejo podrá adquirirlos a buen precio y frescos.

No se puede perder un atardecer desde este espacio, con el juego de los colores en el cielo y el vuelo de las aves en el caño. Si va en lancha, es más hermoso el espectáculo.

La naturaleza

La ruta continúa al siguiente día en vía al caño Buja, en las cercanías de Pedernales, en un recorrido de unas cuatro horas.

Allí se encuentra el campamento Eco Camp que, en alianza con Yakera, ofrece una experiencia en la selva.

En esta parte del itinerario podrá visitar comunidades waraos y tener contacto con estas poblaciones y conocer su cultura, gastronomía y oír sus relatos. Podrá adquirir artesanía de los propios indígenas y verá cómo las fabrican.

En esta parte del viaje se internará en la selva de manos de los guías de Eco Camp, donde vivirá la naturaleza y probará sus raros sabores.

La idea es que los visitantes “vivan el Delta desde su raíz, que se conecten con lo que somos. Esta ruta no solo muestra paisajes, sino también nuestra identidad”, afirma Herrera.

¿Cómo llegar?

El recorrido es diseñado por Yakera Experiencias, touroperadora local, aunque antes lo hacían desde Monagas o Anzoátegui @experienciasyakera.

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