Ya sabíamos que los medios de comunicación del mundo ocultaron el valor de una fecha de altísima trascendencia: la aplastante y vergonzosa derrota del Big Brother en Vietnam, pueblo valiente que desde el siglo XIX fue invadido y su gente convertida en esclavos por unos u otros países con voraces apetencias imperiales. En el Vietnam moderno, oficialmente se acepta que comenzó una guerra en 1955, primero contra los japoneses, luego contra Francia, aplastada en la batalla de Dien Bien Phu por las fuerzas comandadas por un genial general vietnamita de apenas 1,45 metros de alto, quien terminó siendo uno de los más grandes estrategas militares en el mundo: Vo Nguyen Giap.
Cuando Francia se retira de Vietnam, luego de la brutal derrota, cientos de militares estadounidenses ya estaban allí, desde finales de los años 40 bajo la figura de asesores, que a la larga se convirtieron en miles de tropas (hasta 500.000 soldados gringos), dando origen a una de las guerras más encarnizadas, en donde se probaron decenas de nuevas armas recién desarrolladas, entre ellas napalm y fósforo blanco, en busca de formas más eficaces de matar a las personas, pero Vietnam fue la tumba más importante y la que definitivamente evidenció que Estados Unidos no era tan poderoso como lo había vendido la propaganda yanqui, sino que en esencia era, como dijera Mao, “un tigre de papel”.
La derrota en Vietnam obligó a los centros de estrategias gringas a rediseñar todo lo referente a la guerra, que enseñaban en sus academias desde la Primera Guerra Mundial. Debieron echar todo a la basura para escribir nuevos manuales y nuevas formas de enfrentar las guerras.
Y, además, Vietnam fue la referencia más importante para los movimientos revolucionarios que se extendían por el mundo a finales de los 60 y mediados de los 70. Cuando en 1975 Estados Unidos se retiró de Vietnam, ya llevaba 60.000 muertos, 245.000 soldados con graves daños físicos y sicológicos, absolutamente inservibles, que volvieron a casa para ser mantenidos; además de cientos de miles de millones de dólares en pérdidas, que estaban llevando a ese país a la quiebra y generaron la crisis con Francia.
Vietnam tiene mucha más significación de lo que imaginamos. Fue en esencia la semilla de la que algún día nacerá el árbol del futuro. Y es fundamental para todo revolucionario no olvidar ese tramo histórico tan importante.